Se invirtieron $1.600 millones para mejorar 25 mil metros cuadrados, dotando así a Pucón de un espacio público de categoría internacional.

En una fiesta ciudadana se convirtió la ceremonia de inauguración de la remodelada Plaza de Pucón, espacio que desde hace cinco días se encuentra abierto al público tras 18 meses de trabajo, durante los cuales se realizó un trabajo paisajístico y de infraestructura que dotó a la comuna lacustre de un punto de encuentro de primer nivel.

Fue la noche de este martes que el intendente de La Araucanía, Andrés Jouannet, junto al alcalde de Pucón, Carlos Barra, encabezaron el acto en el que oficialmente se cortó la tradicional cinta tricolor con que las autoridades celebraron la inversión de más de $1.600 millones del FNDR que permitió intervenir casi 25 mil metros cuadrados.

De esta forma, la principal comuna turística de la Región cuenta desde ahora con un nuevo polo de atracción, capaz de mostrar a los visitantes la vegetación nativa de la zona, así como elementos de la cultura mapuche a través de obras artísticas de primer nivel que se encuentran ubicadas en los distintos espacios con que cuenta la plaza.

En ese sentido, el intendente Andrés Jouannet destacó que el renovado espacio público releve la importancia de la interculturalidad en La Araucanía. “Es una plaza muy bien pensada, conversaba con los vecinos y destacan que el tema intercultural está presente. Es un plaza grande, quizá la más grande de Chile. Es un centro donde se van a congregar los turistas y naturalmente la gente de Pucón”, dijo el jefe regional.

Por su parte, el alcalde Carlos Barra subrayó el hecho que durante los trabajos de remodelación no se cortó ninguno de los árboles nativos con que sigue contando la plaza. “Es un trabajo que se ha hecho con la ciudadanía, que es lo más importante: haber compartido la idea de tener una plaza-parque, obedeciendo las directrices que nosotros tenemos como comuna y que nuestra oferta turística son los recursos naturales, por eso tuvimos especial cuidado con ellos y las cosas resultaron bien”, afirmó el edil.

Dentro del equipamiento de la plaza se encuentra baños públicos y una caseta de informaciones turísticas, que cuentan con un diseño con incorpora una cubierta vegetal que produce que las edificaciones queden integradas al paisaje, en armonía con el entorno natural que predomina tras la remodelación.

En ese sentido, la vecina de Pucón Mónica Sabugal, dijo que gracias a los trabajos realizados el espacio útil de la plaza se amplió considerablemente. “La plaza está hermosa. La verdad es que yo trabajo en la Fundación Fray Francisco Valdés que está en frente a la plaza y la hemos visto construir desde el primer día, durante los 18 meses que duraron los trabajos, así que hemos podido disfrutar desde el principio. Además, cómo han le han sacado tanto partido al espacio: antes parecíamos pequeños, ahora se agrandó”, afirmó Mónica Sabugal.

Además, en la zona central de la plaza se construyó una explanada cívica diseñada para albergar eventos artísticos, espacio en el que se instalaron tres grandes esculturas de inspiración mapuche y se reubicó un conjunto de chemamules que habían sido puestos por comunidades mapuche hace una década.

La lonko de Pucón, Rosa Quiñenao afirmó que para realizar los trabajos se llegó a un acuerdo con toda la comunidad para integrar la visión mapuche a la nueva plaza. “Nuestro trabajo fue en conjunto con el municipio, donde nosotros dimos el sí, que tenían que preservar la naturaleza que había. Teníamos nuestros chemamules que son muy representativos, los canelos y la figuras en sí, que representan al pueblo mapuche”, dijo la lonko.

La plaza cuenta además con distintos tipos de senderos, los cuales llevan por un recorrido tipo parque en el cual los visitantes pueden apreciar las características de los bosques nativos de la zona, a lo que se suma una plataforma que permite transitar sobre humedales artificiales que enriquecen las características naturales de la plaza.

En ese sentido, la vecina Jacqueline Muñoz valoró que se respetara la vegetación existente, compuesta en su mayoría por árboles nativos, los que están debidamente identificados. “La encontré espectacular, nunca pensé que iba a quedar tan bonito. Siempre nuestra preocupación fue que mantuvieran la vegetación y los árboles, lo que se cumplió plenamente. Creo que lo que más me gustó fueron las esculturas del pueblo mapuche”, concluyó.