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17 de noviembre de 2014

Intendente Francisco Huenchumilla participó de segunda versión de la Fiesta del Baqueano en Melipeuco que busca rescatar tradición cordillerana

Durante este fin de semana se efectuó la segunda versión de la Fiesta del Baqueano de Melipeuco, la cual busca promover el desarrollo de la identidad baqueana para el crecimiento del turismo comunal, en armonía con sus recursos naturales y sociedad, además de revivir  costumbres del siglo pasado donde se entremezclaron colonos, trabajadores forestales y pueblos originarios. En el primer día de actividades el intendente del Gobierno Regional de La Araucanía, Francisco Huenchumilla, se hizo parte de esta celebración y disfrutó de las diferentes muestras tradicionales que se realizaron.
El jefe regional puntualizó que “esto es lo que queremos, que los territorios tengan identidad porque eso significa que tienen qué mostrarle al resto del país y al extranjero, cuando tú muestras tu identidad y tienes una buena oferta la gente viene y aquí hemos visto miles de personas. Muy buen trabajo del alcalde de Melipeuco, gran organización, comunicación con los pares de Argentina. Tenemos que tener integración, que venga mucha gente porque eso significa ingresos para el país y para la comuna. Este evento es simplemente un siete”, enfatizó el intendente.
Juan Carlos Espinoza, alcalde de Melipeuco se mostró inmensamente satisfecho por el desarrollo de la actividad. “Cuando conversamos con don Francisco Huenchumilla, lo primero que me dijo ‘mire alcalde la verdad es que esta es una actividad cultural que rescata la esencia de la comuna por lo tanto cuente con todo el apoyo que le puedo dar’, quiero darle las gracias porque comprendió desde el inicio la idea, creía en nosotros y tenía el convencimiento de que si se trataba de cultura, de identidad, de comunidades indígenas y colonos, había que apoyarlo”, dijo el edil.
La iniciativa fue postulada al 2% del Fondo Nacional de Desarrollo Regional  de Cultura bajo  el proyecto denominado “Desarrollo de la identidad baqueana para el crecimiento del turismo en Melipeuco”. Además, se creó una Agrupación de Baqueanos en agosto de este año -donde se busca rescatar y difundir las costumbres propias de la actividad para que siga desarrollándose- que fue parte de la organización del evento junto al municipio local. En octubre de 2013 se había efectuado la primera versión de esta fiesta de las tradiciones en la comuna pre cordillerana que se ubica a las faldas del volcán Llaima.
Aníbal Tagle, presidente de la entidad que agrupa a los baqueanos explicó el porqué es importante revalidar estas costumbres que llevan años desarrollándose. “Nosotros por cuarta o quinta generación que venimos con este sistema de los viejos que llegaron a colonizar esta parte y eso se ha ido injertando en las familias a través de las generaciones  para poder incentivar a la juventud que siga haciendo lo mismo, el caballo es indispensable y vestirse adecuadamente para ir a la cordillera”, sostuvo.
Gladys Abarzúa, también es parte de estas tradiciones. “Soy baqueana, entonces sé lo que queremos, sé lo que tenemos y he vivido el serlo, el andar a caballo en la cordillera arreando animales, entonces sé el sacrificio que se hace, así que hayamos logrado esto es fantástico porque logramos darle una identidad a la comuna  y toda la gente se integra con nosotros.  Estamos ya con proyectos para el próximo año”,  contó.
La palabra baqueano tiene un significado exacto y preciso según los organizadores de este evento. Según ellos decirle a un hombre de Melipeuco que es parte de este oficio es un elogio y reconocimiento de sus méritos particulares. Explican que se trata de un buen conocedor de la tierra y de sus recursos, se mueve a la perfección en campo abierto, se vale por sí solo y es poseedor de mil mañas aprendidas en la dura escuela en que únicamente la experiencia y la naturaleza son las maestras.
Carolina García se identifica con esta definición. “Soy nacida y criada en estas tierras, también me siento baqueana, parte de estas tradiciones. Nosotros de chicas íbamos a las veranadas con nuestro padre, somos cinco mujeres y un hombre e íbamos todo con mi madre también, eso lo hacíamos todos los años y esperábamos con muchas ansias ese viaje a la cordillera, después lo hemos tratado de hacer con nuestros hijos y es maravilloso, no se les olvida”,  dijo.