Hace aproximadamente un año, la Presidenta de la República convocó a un grupo de distinguidos miembros de la Región de la Araucanía para que dialogaran y consensuaran propuestas que fueran en beneficio de los habitantes de La Araucanía. El Gobierno reconoció y agradeció el trabajo y aporte realizado por la Comisión Asesora Presidencial presidida por el Obispo de Temuco Monseñor Héctor Vargas, valorando altamente el informe elaborado.

Después de un estudio detallado de las más de sesenta medidas para el desarrollo de una nueva relación entre el Estado, la población de la región y el pueblo Mapuche, se consensuaron un grupo de acciones concretas en los tres ámbitos clave destacados por dicha Comisión. Esto es:

1. Participación, reconocimiento y nuevas formas de reparación de los pueblos indígenas
2. Desarrollo productivo regional y territorial.
3. Reparación de las víctimas de la violencia en la región.

Al grupo de acciones organizadas se le conoció como Plan de Reconocimiento y Desarrollo de La Araucanía, el que progresivamente ha comenzado a ser difundido en la región como Plan de Reconocimiento– “Desarrolla Araucanía Intercultural”, buscando transmitir la transversalidad de las acciones contenidas en él.

Es esta visión fundada en las potencialidades y recursos de la región y sus habitantes es la que enhebra y da sentido a las acciones contenidas en el Plan.

Esta nueva estrategia multisectorial se levanta bajo sólidos pilares:

–  El primero, abarca el reconocimiento de los pueblos originarios, que se complementa con la creación del ministerio de Pueblos Indígenas, proyecto que nace en el primer Gobierno de la Presidenta y que hoy es tramitado en el Congreso Nacional.  A esto se suma la creación del Consejo de Pueblos Indígenas, la oficialización del mapudungún en la región de La Araucanía, y determinación del día del “Año nuevo mapuche” como feriado regional.

–  El segundo, comprende el ámbito de las políticas de Desarrollo Productivo Regional y Territorial. Este eje implica una fuerte inversión en obras públicas, infraestructura educacional, caminos básicos e indígenas y obras de Agua Potable Rural, con una planificación estratégica sustentada en una Política Regional de Recursos Hídricos.

–  El tercero dice relación con la paz social, la protección y el apoyo a las víctimas de la violencia rural.

Ley Araucanía:

Se busca establecer, por ley, una política de intervención coordinada intersectorialmente, con foco en la generación de infraestructura, reagrupando los programas de fomento productivo existentes y de fortalecimiento de capital social y humano. En síntesis, el objetivo de la ley no es otro que mejorar las condiciones de vida de manera integral, de las personas que habitan La Araucanía, dandole énfasis a mejorar la condición y actividad estatal en beneficio de la región.

El Plan de Reconocimiento se sustenta en un diagnóstico consensuado respecto de la realidad regional, particularmente los aciertos y errores que han marcado la actuación e interrelación de actores e instituciones en La Araucanía, incluyendo al estado, la sociedad civil, dirigentes mapuches, parlamentarios, intelectuales, los diversos credos religiosos, entre otros.